Tradición singular
Desde su aparición en este globo terráqueo, Juan ‘El Brazo’ respiró lucha libre. Su progenitor fue un incansable trotamundos, cabalgó por el interior de nuestra República Mexicana. Si la memoria no me falla, la distinguida Anita, matriarca de los Alvarado Nieves, fue ejemplar ante las reiteradas ausencias de ‘Shadito’; ella se encargó de encauzar a su prolífica descendencia –de los Brazos de Oro, Plata y el festejado Brazo, así como a ‘Súper Brazo’, ‘Brazo Cibernético’ y ‘Brazo de Platino’. Ésta es una de las históricas tradiciones. ‘Shadito’ se ganó el cariño y el respeto por su honradez, la cual no se vio reflejada entre algunos de sus nietos y en el desprestigiado Jesús Alvarado Nieves ‘El Brazo de Oro’. Los que chanelan del ‘catch’ saben del esfuerzo que antaño se exigía: incluso, si hablamos de los templos para aprender el ‘oficio’, en éstos se carecía de un cuadrilátero y había que ‘rifarse’ en colchonetas insalubres, ¡qué lejos estaban de ‘azotarse’ en un sitio adecuado!, y ahí exactamente el festejado Juan ‘El Brazo’ asimiló los severos abusos de los ‘gandallas’ de siempre, los cuales siguen saciando su amargura en detrimento de los que sueñan con aparecer algún día en algún lugar y ser vitoreados por la cátedra del barrio. En este tipo de ambientes apareció Juan ‘El Brazo’.
Desde su aparición en este globo terráqueo, Juan ‘El Brazo’ respiró lucha libre. Su progenitor fue un incansable trotamundos, cabalgó por el interior de nuestra República Mexicana. Si la memoria no me falla, la distinguida Anita, matriarca de los Alvarado Nieves, fue ejemplar ante las reiteradas ausencias de ‘Shadito’; ella se encargó de encauzar a su prolífica descendencia –de los Brazos de Oro, Plata y el festejado Brazo, así como a ‘Súper Brazo’, ‘Brazo Cibernético’ y ‘Brazo de Platino’. Ésta es una de las históricas tradiciones. ‘Shadito’ se ganó el cariño y el respeto por su honradez, la cual no se vio reflejada entre algunos de sus nietos y en el desprestigiado Jesús Alvarado Nieves ‘El Brazo de Oro’. Los que chanelan del ‘catch’ saben del esfuerzo que antaño se exigía: incluso, si hablamos de los templos para aprender el ‘oficio’, en éstos se carecía de un cuadrilátero y había que ‘rifarse’ en colchonetas insalubres, ¡qué lejos estaban de ‘azotarse’ en un sitio adecuado!, y ahí exactamente el festejado Juan ‘El Brazo’ asimiló los severos abusos de los ‘gandallas’ de siempre, los cuales siguen saciando su amargura en detrimento de los que sueñan con aparecer algún día en algún lugar y ser vitoreados por la cátedra del barrio. En este tipo de ambientes apareció Juan ‘El Brazo’.
Los Mosqueteros del Diablo
Después de hacer el grado en las arenas chicas, Juan descubrió que había nacido con la vena de establecer ese diálogo humorístico subliminal con el respetable. En compañía del único Pepe ‘Súper Porky’ y el mayor de los mencionados, adoptaron el mote de los Mosqueteros del Diablo.
Para el inicio de la década de los ochenta, se da una curiosa coincidencia, regresa la televisión y, con ello, el debut de Juan ‘El Brazo’, el cual vino a construir un puente de simpatía con la afición, así que ya ‘El Brazo de Plata’ o Pepe ‘Súper Porky’ era un cúmulo de afecto, la gente menuda lo seguía y éste correspondía con esa vena natural, así se dio la mezcla de gracejadas y buena lucha; de los tres, dos eran simpáticos y ‘El Brazo de Oro’ era soslayado.
Rey de la simpatía
La faz de Juan ‘El Brazo’ tiene esa magia de establecer un puente de unión con el público que asiste a los escenarios, el simple hecho de reír –acompañado de sus bailes–, relaja la tensión y deja un grato ambiente. Sin la menor duda, Juan es de los elementos cuyo apodo, apelativo o alias es de lo más curioso, ‘El Brazo’, ‘El Brazo Hermoso’, Latin ‘Boiler’ e ‘Ingordable’. Vale la pena rememorar esa tremenda rivalidad con el que esto escribe, sobre la paternidad de ‘Guapito’, mini elemento de la caravana de Marisela Peña. Todo se apaciguó cuando ‘Guapito’ señaló públicamente que su progenitor era yo.
Como réferi
No lo hizo nada mal. Ante la deserción del sensacional Reyes Landa –de la Caravana de Marisela–, el área creativa de la mencionada empresa lo habilitó como tal. Tuvo una buena recepción por parte del respetable y lo más curioso es que en este rubro no apareció más, lo cual, a mi juicio, era una genuina oleada de frescura. La característica principal de Juan mostrada en esa ocasión fue su expresión facial, complementada con su eficiencia luchística. Fue una verdadera lástima que no tuviera eco ese intento de novedad.
La reflexión
Después de 28 años de conocer al Brazo, hoy lo veo más pleno, y todo debido a la armonía familiar de la cual goza, su pequeñita de tres años es su mayor tesoro. ¡Felicidades por tus 30 años, hermano, brother!
Después de hacer el grado en las arenas chicas, Juan descubrió que había nacido con la vena de establecer ese diálogo humorístico subliminal con el respetable. En compañía del único Pepe ‘Súper Porky’ y el mayor de los mencionados, adoptaron el mote de los Mosqueteros del Diablo.
Para el inicio de la década de los ochenta, se da una curiosa coincidencia, regresa la televisión y, con ello, el debut de Juan ‘El Brazo’, el cual vino a construir un puente de simpatía con la afición, así que ya ‘El Brazo de Plata’ o Pepe ‘Súper Porky’ era un cúmulo de afecto, la gente menuda lo seguía y éste correspondía con esa vena natural, así se dio la mezcla de gracejadas y buena lucha; de los tres, dos eran simpáticos y ‘El Brazo de Oro’ era soslayado.
Rey de la simpatía
La faz de Juan ‘El Brazo’ tiene esa magia de establecer un puente de unión con el público que asiste a los escenarios, el simple hecho de reír –acompañado de sus bailes–, relaja la tensión y deja un grato ambiente. Sin la menor duda, Juan es de los elementos cuyo apodo, apelativo o alias es de lo más curioso, ‘El Brazo’, ‘El Brazo Hermoso’, Latin ‘Boiler’ e ‘Ingordable’. Vale la pena rememorar esa tremenda rivalidad con el que esto escribe, sobre la paternidad de ‘Guapito’, mini elemento de la caravana de Marisela Peña. Todo se apaciguó cuando ‘Guapito’ señaló públicamente que su progenitor era yo.
Como réferi
No lo hizo nada mal. Ante la deserción del sensacional Reyes Landa –de la Caravana de Marisela–, el área creativa de la mencionada empresa lo habilitó como tal. Tuvo una buena recepción por parte del respetable y lo más curioso es que en este rubro no apareció más, lo cual, a mi juicio, era una genuina oleada de frescura. La característica principal de Juan mostrada en esa ocasión fue su expresión facial, complementada con su eficiencia luchística. Fue una verdadera lástima que no tuviera eco ese intento de novedad.
La reflexión
Después de 28 años de conocer al Brazo, hoy lo veo más pleno, y todo debido a la armonía familiar de la cual goza, su pequeñita de tres años es su mayor tesoro. ¡Felicidades por tus 30 años, hermano, brother!
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